El lago Yolnhajab (también conocido como "Laguna Brava") es un manto
lacustre que se encuentra en Guatemala, a 1,142 metros de altura sobre
el nivel del mar. De difícil acceso, se sitúa en la aldea El Aguacate,
de mayoría étnica maya-chuj, cerca de la frontera con México, en la
región Norte del municipio de Nentón, Huehuetenango. Tiene origen
cárstico, pues forma un embalse natural a través de fallas geológicas
donde abundan concentraciones de caliza. Siendo parte de una serie de
más de 60 lagos, lagunas y cenotes que se dilata entre el noroccidente
de Guatemala y Chiapas, México, denominada como "Parque Nacional Lagunas
de Montebello" en territorio mexicano, este lago está rodeado de
elevados montes cubiertos de vegetación profusa, típica del altiplano
guatemalteco; en especial, coníferas. La hermosura natural del lugar se
enmarca dentro del frío y la neblina propios de la altitud. Nutrido por
ríos numerosos que descienden de la extensa cadena orográfica de los
Cuchumatanes, que posee algunas de las cumbres más altas de Guatemala, y
por corrientes subterráneas, una de las particularidades del lago es el
intenso colorido azul turquesa de sus aguas, cambiantes incluso en
diversas tonalidades azules.
El nombre del lago proviene de las voces maya-chuj "ob" que significa "brava" y "nhajab’ “ que significa “laguna” , que se traduce como "furiosa o brava"; así, se le llama Yolnhajab’ por la deformación de ambos términos. Esta toponimia se justifica por el sonido que provoca el viento al insuflar entre las laderas escarpadas de los montes que rodean al lago y que en él van generando cascadas abruptas. Con un estimado de más de 5 kilómetros de largo (8.9 km, según los cálculos), es el segundo lago de mayor extensión en el occidente de Guatemala, después del lago de Atitlán. Debido al aislamiento del área y la escasez de emplazamientos populosos, el entorno boscoso del lago mantiene un grado de conservación considerablemente alto, aunque no dejan de presentarse focos de tala.
El nombre del lago proviene de las voces maya-chuj "ob" que significa "brava" y "nhajab’ “ que significa “laguna” , que se traduce como "furiosa o brava"; así, se le llama Yolnhajab’ por la deformación de ambos términos. Esta toponimia se justifica por el sonido que provoca el viento al insuflar entre las laderas escarpadas de los montes que rodean al lago y que en él van generando cascadas abruptas. Con un estimado de más de 5 kilómetros de largo (8.9 km, según los cálculos), es el segundo lago de mayor extensión en el occidente de Guatemala, después del lago de Atitlán. Debido al aislamiento del área y la escasez de emplazamientos populosos, el entorno boscoso del lago mantiene un grado de conservación considerablemente alto, aunque no dejan de presentarse focos de tala.
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